El
Semba
es un tipo de música tradicional de Angola y es el precursor de una
variedad de estilos originarios de África, cuyos tres derivados más
conocidos son el Samba de Brasil, el Kizomba (ritmo angoleño con
influencias del Zouk y otros ritmos del Caribe), y el Kuduro (o
Kuduru, que es un estilo de Tecno/House africano).
El
vocablo Semba proviene de Massemba, que es una danza angoleña del
interior, y cuyo significado sería “roce de vientres”. El
Massemba se caracterizaba por los movimientos que implicaban la unión
del cuerpo del hombre con el de su pareja de baile, la mujer se
aferraba al hombre por la cintura y lo cogía hacia ella, provocando
un roce de los vientres.
La
temática de sus letras es a menudo un cuento o una
historia de la vida cotidiana y de los acontecimientos y actividades
sociales, cantados generalmente en una retórica ingeniosa. Con esta música el artista puede transmitir un espectro amplio de
emociones. Es esta característica que lo hizo el estilo musical
preferido para una gran variedad de acontecimientos. Así se volvió
inevitable su presencia en los funerales, y por otro lado, en muchas
bodas angoleñas.
Tradicionalmente
se toca con percusiones (dikanzas); un arco musical (undu); y una
guitarra (kokoa), aunque también se incorporan instrumentos
occidentales.
El
Semba da ritmo a varias danzas como el Kelombelombe (danza del
pájaro); el Kisselenghena (danza de la virilidad); el Iemanjá
(danza de ofrendas al mar que se halla en la región de Salvador de
Bahía, Brasil); y sobre todo, el Batuke (que se encuentra también
en Brasil y Cabo Verde), una danza vudú en donde el cantante solista
es acompañado por palmas. El Semba se enriquece de otras músicas
como la Rumba congoleña, muy popular al norte del país.
En
la época en que Angola era colonia portuguesa, muy pocos colonos se
interesaron por la música autóctona, y las instituciones culturales
de Lisboa no hicieron mucho para estudiarla y archivarla.
En
los años 40 comenzaron a soplar vientos independentistas. La
voluntad de muchos jóvenes era redefinirse como angoleños ya que
los colonizadores imponían su cultura en detrimento de la autóctona.
Estaba mal visto hablar Kimbundu, quien lo hiciera era considerado un
tonto o una persona no civilizada. Los fundadores del grupo N’gola
Ritmos,
quienes definieron el sonido del Semba actual, pensaron que debían
hacer algo para mantener vivas su lengua y su identidad. En su
repertorio incluyeron canciones en Kimbundu a modo de una rebelión
pacífica, intentando despertar conciencias adormecidas tras 500 años
de ocupación portuguesa. En ese tiempo no existía la televisión y
como no encontraban espacio en las radios ya establecidas,
difundieron su música en Radio Esperanza, que funcionaba en la
clandestinidad. El grupo fue disuelto por el gobierno en 1959. Dos de
sus miembros fueron enviados a cárceles en Cabo Verde por formar
parte activa de la lucha política. Los demás fueron reubicados en
otras ciudades. Esto no fue suficiente para impedir que su mensaje se
esparciera entre la población.
En
los 60 apareció la segunda generación de músicos Semba como
Rui Mingas,
Lili Txiumba,
o Elias Dia Kimuezo.
Barceló de Carvalho, conocido popularmente como Bonga,
lo internacionalizó y le dio un lugar dentro de la World Music hacia
los años 80. El Semba se hizo mucho más popular en Angola de la
Independencia el 11 de noviembre de 1975. Muchos nuevos artistas
emergen cada año y muchos de los veteranos del Semba siguen en
actividad. Actualmente se lo fusionó con ritmos caribeños como el
Zouk, el Kompa, el Merengue y otros estilos, aunque la mayoría aún
utiliza la instrumentación tradicional.